I.

Al inicio notaba
por muy lejos que estuvieras
tu presencia: la presencia de lo que compartimos –
en los vientos y las lluvias
en la plenitud que me acompañaba
sin añoranza ni pena
hasta en mis propias sonrisas

Y sigo: sigo bien contenta
sigo pensando en tí cuando llueve
sigo sonriendo de una forma
que nunca antes había conocido.

Pero noto, cada vez más, tu ausencia:
en mi desconcentración
en todo lo que no hicimos
en que te recuerdo más
pero me acuerdo de menos.

II.

A veces, mirandome en el espejo
te veo a tí en mis mismos ojos:
un brillo que antes no había.
Pero a veces, mirandome en el espejo
veo sólo el vacío
un poco más grande otra vez.

A veces, paseando bajo nubes y vientos
siento la infinidad
que víste en mí (a la primera)
– pero a veces, al ver mi reflexión en una ventana
me doy cuenta de ser invisible de nuevo.

A veces oigo tu acento
en mis propias palabras
bebo tierras lejanas en un vasito de te
– luego revierto a tomar café por la mañana
mientras que la nieve descolorea mis cuentos.

 

Morte com vida

Una enésima vida
pequeña hoja valiente de temprana primavera
brillo verde bajo una lluvia que colora todo el mundo en gris de perla
Una enésima vida

fuerza que me quita el aliento
que rompe nieblas y nubes para ver el color del cielo

Una enésima vida
crecida sobre cadáveres
de ilusiones pasadas

Una enésima,

vida

– qué bonito nacer con la primavera

 

esta noche estoy invisible
esta noche me llamo Soledad
esta noche soy yo la noche misma
soy yo el vacío entre las estrellas
esta noche no soy nada
ni siquiera lo posible
(la vita nuova la cantai invano)
esta noche no me ve ni la muerte